¿De dónde venimos? ¿Quiénes somos? ¿A dónde vamos?
Sí, lo sabemos.
Nos hemos puesto un poco filosóficos para contar nuestra historia.
Pero es que en Globolandia, el pasado, presente y futuro están firmemente unidos.
No podemos entender uno sin explicar el resto.
La pasión con la que nació esta empresa es la misma con la que miramos de frente al futuro. De igual forma, la ilusión que se respira hoy en Globolandia forma parte de esa primera ilusión con la que nació la empresa. Y la misma con la que nos encaminamos hacia el futuro.
Globolandia nace como marca en un modesto almacén de Espinardo, una pequeña población junto a la ciudad de Murcia. Pero sus raíces se remontan a la Barcelona de los años 50.
Allí, el fundador de la empresa, manipulaba para la venta diferentes productos como guantes, fajas o chupetes. Pero tenía otras aspiraciones.
Nuestro fundador era de esos hombres que siempre encontraban la forma de hacer reír a los niños. Le encantaban. Y fue precisamente ese amor que tenía por ellos el que le llevó a comprar la primera máquina para hacer globos.
La semilla de Globolandia se había plantado.
Varios años después avanzó un paso más. Se dio cuenta de que esos globos que fabricaba podían personalizarse y usarlos como regalo de diferentes establecimientos y eventos. El globo publicitario había visto la luz.|
Globolandia ya había empezado a emerger de la semilla.
Sería ya en los años 80 cuando despega la empresa tal y como hoy la conocemos, tras la incorporación de Domingo Garriga, actual propietario de Globolandia.
Con Garriga al frente, la empresa se transforma, produciendo nuevos tipos de globos con juegos y diferentes montajes. Se crea un producto más atractivo y personalizado para cada celebración, dando un valor añadido a los globos según el tipo de eventos.
Los nuevos productos se empiezan a presentar en distintas ferias de muestras del sector, como en la Feria del Juguete de Valencia, Madrid o de Alemania. Además se comienzan a implementar nuestros productos en diversas tiendas y almacenes.
No ha sido fácil. Ningún comienzo lo es. Pero gracias a cada paso que hemos dado y al empeño y tesón de Domingo Garriga, hoy podemos decir que somos una empresa referente a nivel nacional y europeo en el universo del globo.
Tras más de 40 años de vida, el modesto almacén en el que se inició esta aventura se ha convertido en una nave de más de 3.000 metros cuadrados, dotada con maquinaria de la más alta tecnología.
Contamos además con todos los certificados que nos avalan como fabricantes de globos de látex de caucho 100% biodegradables, cumpliendo con todas las normativas europeas. Remarcamos así nuestro férreo compromiso de reducción de plástico y de mínimo impacto medioambiental.
Además, nuestros productos son analizados por el laboratorio de calidad internacional SGS Institute Fresenius Gmbh, el más prestigioso del sector a nivel global.
Hemos pasado de ser un negocio local a exportar a países como Alemania, Inglaterra, Francia, Austria, Grecia, Portugal, Croacia y Hungría.
Somos además el distribuidor oficial de la empresa Gemar Balloons en España.
Y, lo más importante, en Globolandia contamos actualmente con una plantilla de unos 25 trabajadores. Personas que han pasado a formar parte ya de nuestra gran familia.
Hemos crecido y nos hemos actualizado mucho. Somos conscientes del esfuerzo que todo esto nos ha costado. Pero no queremos quedarnos ahí.
En Globolandia partimos de la idea de que siempre podemos y debemos ir mejorando. Nuestro aprendizaje continuo es una apuesta firme de la empresa de cara al futuro.
Estamos continuamente investigando, aprendiendo y, sobre todo, invirtiendo en I+D para intentar ir por delante y adaptarnos a lo que los nuevos tiempos nos van exigiendo.
¿Dónde estaremos dentro de unos cuantos años? No lo sabemos. Pero lo que sí podemos afirmar es que, estemos donde estemos, seguiremos teniendo la misma ilusión con la que nuestro fundador decidió comprar esa primera máquina de globos para hacer sonreír a los niños.